Bogotá, Colombia, será la sede de la conferencia DML de WAN-IFRA los días 30 y 31 de octubre de 2013. ¡Acompáñenos y descubra sus atracciones, oportunidades y la fascinante industria de la prensa de este gran país latinoamericano!

 Bogotá, una de las capitales latinoamericanas más dinámicas

Con 7 millones de habitantes, Bogotá alberga más de 70 museos, 45 teatros y una moderna red de librerías públicas, haciendo de esta capital una de las más dinámicas culturalmente de América Latina. Las recientes reformas al aeropuerto de “El Dorado”, han contribuido a transformar Bogotá en un importante centro internacional, que ofrece a sus visitantes una amplia gama de restaurantes y centros comerciales. Con sus más de 390 bares y discotecas, la vida nocturna bogotana es sin lugar a duda una de las más vibrantes del continente.

Colombia puede presumir una de las economías más dinámicas y estables de Latinoamérica. Con un crecimiento anual promedio de su PBI de 4.8% entre 2003 y 2011, Colombia sobrepasa a la próspera economía chilena y al motor económico regional que es Brasil (con 4.5% y 4% respectivamente en el mismo período).

En este contexto, los ejecutivos de periódicos colombianos enfrentan el trastorno del modelo de negocios tradicional de la industria de la prensa, provocado por el aumento de los medios de comunicación digitales y los incesantes cambios en las costumbres y hábitos de los lectores. Pero las oportunidades para el desarrollo de los negocios digitales son inmensas en este mercado: el aumento en el gasto en acceso a internet (dispositivos fijos y móviles) será el más elevado de toda la región, con un crecimiento efectivo anual de 20.2% entre el 2012 y el 2016, alcanzando $5.6 mil millones (3ro en la región después de Brasil y México). Con una penetración de internet de 55.9% de la población, Colombia es el 4to país más conectado de América del Sur, atrás de Argentina, pero delante de Brasil, Perú o Venezuela. 

La prensa colombiana ha sido lider en la región en términos de innovación y cambios para la industria. En 2007, el diario de mayor circulación, El Tiempo dió un paso hacia el futuro al iniciar uno de los proyectos de integración más ambiciosos del mundo en aquel entonces. Después de varios años de dificultades que lo redujeron a una circulación semanal, El Espectador reaccionó y se reposicionó como un diario sólido en el mercado, en parte gracias a creativas y galardonadas campañas publicitarias. En el año 2009, el sitio digital de noticias La Silla Vacía surgió como una de las únicas plataformas exclusivamente digitales en proponer con éxito un nuevo tipo de periodismo investigativo basado el reportajes de calidad, herramientas digitales, redes sociales e infografías. Hoy en día, más de 20 sitios de este tipo han aparecido en la región, lo que algunos han pasado a llamar el “boom” del periodismo digital latinoamericano.

La industria de la prensa colombiana, una de las más vibrantes de la región

Durante los años 1970 y 1980, con el aumento de la violencia producto de la presencia de guerrillas, grupos paramilitares y crimen organizado, la prensa se transformó en un blanco de ataques violentos, por sus frecuentes denuncias de abusos y casos de corrupción. En 1986, el director de El Espectador, Guillermo Cano, fue asesinado en frente de su oficina. Tres años más tarde, el edificio del periódico fue destruido por una bomba. En reconocimiento a su valentía en estos tiempos difíciles, la Asociación Mundial de Periódicos le otorgó a Luis Gabriel Cano, hermano de Guillermo, la Pluma de Oro de la Libertad en 1990. Hoy, si bien los desafíos para la seguridad de los periodistas siguen existiendo, sobre todo en las provincias, los altos niveles de violencia han disminuido considerablemente.

Conocida por formar algunos de los mejores periodistas de América Latina, no es sorprendente que la prensa colombiana haya sido instrumental en la promoción de la literatura colombiana. El Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, inició su carrera como periodista en el periódico regional El Universal de Cartagena, luego en El Heraldo de Barranquilla y en el diario nacional El Espectador, antes de fundar su propia publicación, Alternativa. En 1994, creó su fundación, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que se ha transformado en uno de los centros de periodismo más prestigiosos de la región y que forma a los mejores periodistas de Latinoamérica.